domingo, 30 de abril de 2017

Día 0

Hoy ha comenzado una nueva etapa, un nuevo camino rumbo al desastre. Mi muñeca arde y mis ojos escuecen. Siempre he sido muy original, incluso para los temas serios, y una cuchilla no iba a ser mi primera opción. Ayer pensé en suicidarme, hasta lo intenté. No sé realmente qué me detuvo, quizás los remordimientos y la voz de mi conciencia que me decía que el conductor de ese coche no tenía que cargar con mis culpas.No debía responsabilizar a otros por mis actos, sería inmaduro.
 Creí que iba a doler, que me arrepentiría. Me sorprendí cuando mi mente reaccionó a las miles de sensaciones que mi cuerpo experimentó al dolor, esta vez no solo sería mental, sino físico. Que irónico es que ahora me encuentre en el mismo punto de partida que hace unos años. Estoy tan rota que ya ni me siento latir, y quizás eso es lo que merezco por no haber sabido encajar nunca. Miro mi brazo y sonrío, lo hago porque ha sido tan fácil disimular frente a todos. La vida sigue y yo sigo con ella, aunque para mí ya haya perdido el sentido. No quiero ayuda, ni gritar lo que para todo el mundo es obvio. Mi vida pende de un hilo, y me parece muy injusto que yo que desprecio mi vida, no pueda dársela a alguien que la valore más que yo.
Hoy es el día 0, aunque debería llamarlo día 1, han sido 24 horas de nuevas experiencias, pero sobretodo de mucho dolor.
A veces el amor no es suficiente para curar un corazón roto, ¿pero cómo voy a salvarme de mi misma?

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