domingo, 30 de abril de 2017

Día 0

Hoy ha comenzado una nueva etapa, un nuevo camino rumbo al desastre. Mi muñeca arde y mis ojos escuecen. Siempre he sido muy original, incluso para los temas serios, y una cuchilla no iba a ser mi primera opción. Ayer pensé en suicidarme, hasta lo intenté. No sé realmente qué me detuvo, quizás los remordimientos y la voz de mi conciencia que me decía que el conductor de ese coche no tenía que cargar con mis culpas.No debía responsabilizar a otros por mis actos, sería inmaduro.
 Creí que iba a doler, que me arrepentiría. Me sorprendí cuando mi mente reaccionó a las miles de sensaciones que mi cuerpo experimentó al dolor, esta vez no solo sería mental, sino físico. Que irónico es que ahora me encuentre en el mismo punto de partida que hace unos años. Estoy tan rota que ya ni me siento latir, y quizás eso es lo que merezco por no haber sabido encajar nunca. Miro mi brazo y sonrío, lo hago porque ha sido tan fácil disimular frente a todos. La vida sigue y yo sigo con ella, aunque para mí ya haya perdido el sentido. No quiero ayuda, ni gritar lo que para todo el mundo es obvio. Mi vida pende de un hilo, y me parece muy injusto que yo que desprecio mi vida, no pueda dársela a alguien que la valore más que yo.
Hoy es el día 0, aunque debería llamarlo día 1, han sido 24 horas de nuevas experiencias, pero sobretodo de mucho dolor.
A veces el amor no es suficiente para curar un corazón roto, ¿pero cómo voy a salvarme de mi misma?

lunes, 10 de abril de 2017

Más tú que nunca

Amor es regalar a alguien la habilidad de hacerte mucho daño, y saber que es mayor la admiración y cariño, que el deseo de posesión. Amor es una mirada, cualquier mísero gesto que une tu cuerpo con el mío, mi alma y la tuya. Amor no es ser una sola persona, es tener vidas separadas pero desear invertir tu tiempo en otra vida. Podrías complicarme la vida con tan solo chasquear tus dedos. En un abrir y cerrar de ojos mi mundo estaría al revés si eres tú el que lo decide, y es que soy una romántica empedernida, que sigue creyendo en el amor eterno pero no en el para siempre. Han surgido en mi emociones desconocidas, y es que como no florecer si tú eres la primavera. Puede que el tiempo me de la razón, y tú seas ese príncipe moderno, que no necesita salvar a su princesa, pero siempre esta alerta ante cualquier señal. Tú y yo somos mejores que Romeo y Julieta, no necesitamos morir para saber qué es el amor. Benedetti murió sin tener idea de lo nuestro, cuantos maravillosos poemas podría haber escrito inspirándose en nuestra complicidad. Y es que sobran palabras cuando dejas que los hechos hablen. 17 años quizás no sean muchos para saber a ciencia cierta si esto que siento es ese sentimiento del que hablan. Pero si puedo decir con toda la sinceridad de mi ser, que tú, eres amor.

miércoles, 5 de abril de 2017

Cambio de aires

Vuelvo, tras muchas idas y venidas. Soplan vientos con olor a mar. Nuevas orillas he alcanzado. La tempestad ha cesado, ahora una calma inmensa envuelve la playa desierta a la que pertenecia. He encontrado mi sitio, el universo paralelo al que aspiraba con tanta intensidad. Parecerá broma, pero nunca una despedida me supuso algo tan dulce, como la libertad y placer de soltar todas las cuerdas mentales que me ataban. Mentiría si dijera que todo esto no ha sido un largo y tedioso proceso. Tuve que arrancar mis ojos para cambiarlos por otros nuevos. No recuerdo haberme sentido tan completa antes. Creo que todo esto es el principio, el inicio de algo muy grande. Mis manos están aprendiendo a amar de nuevo, mi espíritu está en calma, mi conciencia limpia. Todo me sonríe, y es que, nunca me habia sentado tan bien aquello que la gente llama felicidad.

jueves, 28 de abril de 2016

En rojo


Sigo saliendo de mi casa con la sensacion de que algo se me olvida, posiblemente sea algo que no tengo aun. Quizas sean las ganas. Siempre me paro en los semaforos en rojos aunque no pasen coches, y no es una metafora. La arena de mi playa artificial me araña los talones. El mar, hoy seco, me arrastra hasta el fondo. Y yo sin branquias me ahogo en este abismo de confusion, que de nuevo abrasa mi cuerpo con culpa. Reproche que llena mis ojos de llanto. Noches con complejos de domingos permanentes, que permanecen a la espera de tus viernes y tu huracan de alegria. Presa en una carcel sin cadenas, cautiva de algun secuestrador inventado, que mi mente crea para sentirme importante. No soy un caballero de brillante armadura, me siento un Don Quijote, aunque ya ni mi Dulcinea me devuelve la locura que cambié por la cordura y tortura de este encierro.