jueves, 28 de abril de 2016

En rojo


Sigo saliendo de mi casa con la sensacion de que algo se me olvida, posiblemente sea algo que no tengo aun. Quizas sean las ganas. Siempre me paro en los semaforos en rojos aunque no pasen coches, y no es una metafora. La arena de mi playa artificial me araña los talones. El mar, hoy seco, me arrastra hasta el fondo. Y yo sin branquias me ahogo en este abismo de confusion, que de nuevo abrasa mi cuerpo con culpa. Reproche que llena mis ojos de llanto. Noches con complejos de domingos permanentes, que permanecen a la espera de tus viernes y tu huracan de alegria. Presa en una carcel sin cadenas, cautiva de algun secuestrador inventado, que mi mente crea para sentirme importante. No soy un caballero de brillante armadura, me siento un Don Quijote, aunque ya ni mi Dulcinea me devuelve la locura que cambié por la cordura y tortura de este encierro.